Por Norma Galarza
“No es lo mismo ser borracho que cantinero”
Dicho popular
➡️La asignación de plurinominales
➡️Del Pacto por México al Plan C
➡️Proteger intereses ¿De grupo o de la nación?
➡️Ironías
La asignación de plurinominales.- Matías Chiquito Díaz de León, vocal ejecutivo de la junta local del INE, lo explicó de forma clara y elocuente. Aunque hoy PRI, PAN, PRD y hasta MC, rasguen vestiduras porque con la adjudicación de espacios de Representación Proporcional (RP), lo socios de la 4T tienen mayoría calificada en la Camara Baja, se aplicó una fórmula constitucional. En el Senado quedan a pocos escaños de la mayoría calificada, pero no es ilegal. Se respetaron los dictados del artículo 54 constitucional. Si bien, hoy causa escozor, la técnica aritmética de asignación de plurinominales, se aplica desde hace más de 20 años. Lo que cambió, es que antes benefició a los partidos que hoy ponen el grito en el cielo frente a lo que llaman un agadalle de Morena y sus secuaces. Según lo explicado por el funcionario del INE, el artículo 54 constitucional, señala que todo partido que alcance el 3 por ciento de la votación válida, tiene derecho a un espacio de RP. En el mismo orden de ideas, indica que ningún partido podrá contar con un número de diputados tanto de mayoría como de RP, que excedan 8 puntos a su porcentaje de votación emitida a nivel nacional. Asimismo, acota que ningún partido podrá contar con más de 300 diputados por ambos principios. No obstante, no hay una legislación vigente que regule las mayorías que surgen a través de coaliciones o alianzas. Ni PRI, ni PAN durante sus mandatos, tuvieron necesidad de cambiar esa regla.
Del Pacto por México al Plan C.- No existe tampoco una que impida alianzas de facto, como la mega alianza en 2012 que se llamó Pacto por México y que dio venia para cambios constitucionales. Se prestaron a él, aliados del guinda que hoy se dan baños de pureza como los del Partido Verde Ecologista de México (PVEM). La unión entre PRI, PAN y PRD, fue el terror de los que hoy desde la trinchera del poder, hacen su voluntad, valiéndose de argucias legales. Entonces también existió una agenda de prioridades como la entrega de los recursos naturales de México al mejor postor. Ahora, el “Coco” de los que hoy son oposición, radica en la inminente aprobación de las reformas al Poder Judicial y la desaparición y/o estatización, de organismos autónomos como el INAI, el Coneval, entre otros. El plan C, con el que Andrés Manuel espantó desde su arribo al Ejecutivo y que contra todo pronóstico, se concretó en 2024 al amparo de la ley existente del INE que frena mayorías solo en partidos, no de alianzas. Y no es justificación, es una descafeinada explicación de que el cambio de posiciones de las élites, es cíclico, y al final se gesta en las necesidades coyunturales de las cúpulas en cada periodo histórico. Es para satisfacer intereses de grupos ahora como antes. En la historia de la alternancia en el país, el único cambio de fondo, es que los intereses políticos de las mismas familias, dueños del poder político y económico, se empezaron a dispersar entre partidos. Lo que llaman pluralidad democrática es simplemente una danza circular en la que los mismos cambian de posición.
Proteger intereses ¿de grupo o de la nación ?.- Si ayer la unión anómala entre centro, izquierda y derecha parió la Reforma Energética, y la Reforma Educativa y toda una agenda que daba preferencia al mercado sobre el estado, hoy ocurre lo contrario. Los partidos satélites – antes PAN, PRD, y el PVEM- se ciñeron a una voz cantora: entonces la de Enrique Peña Nieto. Ahora, PVEM, PT, Nueva Alianza – y hasta un PRI que actúa de comparsa tras bambalinas- obedecen a la voz de López Obrador y en pocos días a la de Claudia Sheinbaum. La reforma eléctrica, que es un ápice de la intención de echar abajo la reforma energética de Peñista, fue el génesis del Plan C. La resistencia que AMLO encontró en el Poder Judicial a su santa voluntad, se tradujo en la idea de reformarlo. La idea de estatización al INAI, nació en las filtraciones sobre la corrupción tanto en Segalmex, como la exhibición de los beneficios familiares a través de contratos con dependencias públicas. Y no es que el Instituto de Transparencia y Protección de Datos Personales sea ejemplo de níveo comportamiento. Es igual que siempre, un nido de lacras que cubren información a cambio de prebendas. Sin embargo, volverlo apéndice del gobierno, es regresivo. Y no hablemos del Coneval, que ahora medirá la pobreza con los “otros datos”, los oficiales.
Ironía.- En fin, la ironía de todo esto, es que los que se promueven como cambios de régimen. Los hacen los mismos personajes enquistados en la esfera de mando. Si no me cree, cheque trayectorias como la de miembros del partido parásito por excelencia, el Verde. Uno de ellos, Carlos Puente Salas, le ha tocado estar en ambas trincheras. El Tlatoani zacatecano del instituto político que es ecologista solo porque recicla a sus mismos cuadros, es uno de los legisladores que votó a favor de la Reforma Energética y ahora como aliado incondicional de la 4T, avalará sin cuestionar, el famoso Plan C. Así las cosas.