Ruth Calderón y los intrascendentes I.- Aunque el título de ésta, su columna, suena como el nombre de un conjunto norteño, no lo es. Se trata de la crónica del intento burdo de figurar de personajes comunes a los que, para variar patrocinamos con nuestros impuestos en sus puestos públicos…
De gran ayuda les hubiera sido a la síndica del ayuntamiento capitalino, ala monrealista y neófita en asuntos grilleros, Ruth Calderón y a los regidores de Morena, Luis Monreal, Susana de la Paz, Fátima Castañón, María Guadalupe Salazar y Sergio Garfias; una de las lecciones principales del Arte de la Guerra de Sun-Tzu que señala en términos resumidos, que para ir a la batalla primero hay que tener la seguridad de que se tienen posibilidades de ganar. Y es que, les falló la estrategia al salir a enfrentarse al alcalde capitalino Ulises Mejía armados con un arsenal de declaraciones sin sustento.
Ruth Calderón y los intrascendentes II. Ayer al medio día, éstos personajes aspirantes a trascender, citaron a medios de comunicación para demostrar solo novatez, no sólo en el arte de la política sino en el arte de armar escándalos. Haciéndose pasar por listos, se exhibieron imberbes en varios temas. Primero, lo básico: no llevaron pruebas para sustentar sus acusaciones contra el Mejía Haro, a quien de entrada, lo tildaron de autoritario por intentar la renovación de las comisiones edilicias, que según ellos les pertenecen de forma vitalicia porque “el pueblo” los ungió como sus representantes y él no tiene ningún derecho de sugerir arrancarlos de su coto institucional. Peor aún, haciendo gala de su ignorancia, ( porque en este caso, el partido no tiene facultades de intervenir de acuerdo a sus estatutos) amenazaron con fincar procedimiento ante la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena para iniciar proceso de excomunión, digo, de expulsión, contra el munícipe. Bajo su retrógrada lógica, Ulises Mejía tiene la obligación moral –y hasta partidista, según ellos- de mantenerlos en sus cargos porque llegaron juntos al puesto cargando con la bandera de «La esperanza de México» ¡Ah que necios!
Ruth Calderón y los intrascendentes III.- También lo acusaron de permitir que Antonio Mejía interfiriera en la vida institucional pero, ¿y las pruebas? No las aportaron. Pese a que ahí trabajan, cuando los reporteros les preguntaron si tenían algún documento que probara sus aseveraciones argumentaron que con sus santas palabras debía bastar y hasta sobrar. Ante ese panorama y las evasivas a los cuestionamientos fue evidente que la intención principal fue armar un show inútil del que tanto Ruth Calderón como los regidores resultaron al final víctimas de su incapacidad para planear un golpe mediático decente sin caer en el ridículo. Al final la percepción se quedó con el veredicto de que solo lograron fortalecer a Mejía Haro. Pobres muchachos, les falta más bax.
Filos
La luz de la justicia en la Iglesia la Luz del mundo.- A la verdad no le gusta la oscuridad de la mentira, le gusta la luz y quizá puede tardar, pero siempre encuentra la forma de salir. Y esa luz les llegó el día de ayer a las víctimas de Naasón Joaquín García, cuando supieron de la detención del poderoso líder. Esa fue la noticia que trascendió el día de ayer. Al heredero de la tradición religiosa fundada por su abuelo Samuel Joaquín Flores, le imputan los delitos de violación, pornografía infantil, tráfico de personas entre otros. Toda una fichita el “apóstol” de esta iglesia cuya sede principal está en Guadalajara, Jalisco, que tiene una historia ligada al poder. Políticos de todos los partidos han sido seguidores de las homilías de la secta religiosa cuyos orígenes se ligan al priismo y a Plutarco Elías Calles. también al panismo de Fox y a últimas fechas hasta a varios representantes de Morena. ¿O es casual que el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), haya cedido sus instalaciones para realizarle un homenaje con motivo del cumpleaños del religioso y que a la postre, las razones, el pago y monto de la renta (si lo hubo) hayan quedado en la opacidad total? Sin duda éste escándalo apenas comienza, y rodarán muchas cabezas. Al tiempo.
