Por Pablo Pedroza
“La política y la ética no son lo mismo, pero la ética incide en la política tanto como en el resto de nuestras actividades. Al fin y al cabo, la ética pone en evidencia los límites de la política¨
David Runciman. La Política.
11 de agosto 2024
SEGUNDO PISO.
Pablo Pedroza
“La política y la ética no son los mismo, pero la ética incide en la política tanto como en el resto de nuestras actividades. Al fin y al cabo, la ética pone en evidencia los límites de la política¨
David Runciman. La Política.
11 agosto 2024
Ocho meses ya desde que se licitara el proyecto de Segundo Piso, ocho meses de posiciones públicas y privadas en torno de una obra que, salvo su proceso de licitación y la presentación oficial del programa Mobi, sigue siendo un desconocido.
La primer postura pública fue la expresada por Rodolfo García Zamora, Francisco Valerio Quintero y Javier Calzada, investigador, académico y ex diputado local respectivamente; solicitando la realización de una consulta y debate para que, por la importancia del recurso a utilizarse, la obra tuviera el “aval social”, solicitud que hasta la fecha ha tenido mayor respaldo social, sobre todo por quienes se sienten afectados por la ruta del proyecto, y el silencio de las autoridades.
Sobre la opinión en general, hay dos mediciones: la de la BUAZ, que arroja respaldo a la necesidad de mejor Movilidad, la de LEMA y B15 que arroja un rechazo amplio al proyecto del segundo piso. Mientras tanto la administración mantiene su ruta
Los primeros expresando la posibilidad de una ruta alternativa, un proyecto que realmente no se conoce : agua, seguridad, carreteras, los segundos aprovechando la ventaja de ser los impulsores, defensores y conocedores de su proyecto y la manera de financiarlo.
Se oye en lo público y lo privado: Si es el mejor o más viable o si distrae recursos públicos que debieran ser para temas más apremiantes. Los convocantes a la presencia y activismo de la sociedad civil siguen en lo suyo, la administración en lo suyo, esperemos que entendiendo que los gobiernos no tienen derechos sino obligaciones sobre el bien público que temporalmente tienen en responsabilidad y la posibilidad Ejecutiva de hacer en ese plano logren dialogar razonadamente con sus ciudadanos. No es ya sorpresa que en el comentario apresurado en la calle, de los que se manifiestan a favor del proyecto, o lo ven como inevitable, manifiestan su clara molestia por su costo, pues genera, problema por la fama de los políticos de hace algunos años para acá, la certeza de un acto de corrupción o enriquecimiento indebido en ciernes.
Es cierto, para entender, que hay un marco legal y programático que posibilita esta acción de gobierno: la Ley general de Movilidad y que revisando el Plan Estatal de Desarrollo de esta administración, apodada Nueva Gobernanza, se lee como estrategia en el PED este tipo de acciones, incluso, para quien tenga curiosidad de buscar y leer: en las marcadas prioridades para el desarrollo económico se lee en el numeral ¨3.1.3 Modernización y Construcción de vialidades, bulevares y distribuidores viales.
Que nos guste o no lo que nos ponen enfrente como interpretación hecha a su marco legal o programático, es algo que en cada gobierno debemos padecer o celebrar los ciudadanos.
Ejemplos hay muchos desde los años 70´s a la fecha tanto a nivel municipal, como estatal, de que algunas acciones hayan tenido la fortuna de ser finalmente consideradas como adecuadas a posteriori, de hacerse esta obra quizá no seremos testigo de ello pues todo nos transcurre en la inmediatez del ahora. De la necesidad inmediata de ser legítimamente escuchados y no afectados.
En el marco de las instituciones ya el ICOMOS se ha pronunciado y extendiendo su intención de colaboración para revisar el proyecto, y pidiendo no se arranque una obra, de la cual tal vez ni el proyecto esté concluido, antes de darse el acompañamiento
Así seguimos bordando en torno a este desconocido y en ello nos guste o no, las administraciones nos llevan siempre ventaja como tenedores de la información y ejecutores de los procesos.
Y vale reflexionar, ante una obra que está dentro del cauce y facultad de la administración pública, no cabe, viendo este como un proceso nuevo, sin necesariamente los ojos del 2007, y lo expresado por ICOMOS a la gobernadora Amalia, ojalá próxima senadora, prever también que se construya un segundo piso con lo que podrían ser cambios mínimamente aceptables por ICOMOS, sin pérdida del nombramiento, la posibilidad está.
Ahora bien ello justifica el no diálogo el no dar a conocer con amplitud lo que es la obra, no por actitud democrática, sino por dar muestra de entender que nuestra capital está en el gen de cada habitante con sentido de identidad histórica, no reciente, sino que acumula muchos años de esfuerzos para tenerla en su mejor condición. Mucho de ello le debemos a zacatecanos como Federico Sesscose Lejeune, Eugenio del Hoyo Cabrera y Genaro Borrego Suárez del Real, fundadores de la Sociedad de Amigos de Zacatecas. Lamentablemente ni autoridades ni muchos de sus habitantes aportamos a cabalidad para mantener su integridad y majestuosidad.
Insisto no porque tengan una amplia cultura democrática, sino por que nos den señales que entienden que el patrimonio es un bien público y más aún ¨que la cultura es un bien público mundial y parte del desarrollo humano sostenible¨ como se pronunció en la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible – MONDIACULT 2022.
Por último, el tema de los recursos estará siendo señalado como imprudente, incluso hasta grosero, en un estado como el nuestro con tantas carencias y atrasos históricos, ojalá se encuentre una fórmula y modo de demostrar que el dinero es para lo que es, y la obra aunque justificada necesaria, no sea más bien el reducto del beneficio para unos cuantos.
Aún estamos lejos de entender y de tener la fuerza para que la democracia no sólo se considere acudir a las urnas, sino una participación más activa en las decisiones del espacio público que es el de todos. Pero tristemente todo indica que hoy no será.
Ahora bien vale la pena para el más inteligente y el mejor de la marca M –diría Ricardo—inmolarse en aras de una expuesta soberbia o incapacidad de diálogo, vale la pena renunciar a la política para convertir a la nueva gobernanza en ejemplo de inteligencia fracasada. Vacio de política, peor aún de la invisibilización del otro.
De Nerones a Neroncillos, a su modo todos queman su Roma.