Lo realizado por Donald Trump en sus primeras 72 horas es realmente asombroso y deja muy por debajo los escenarios de los analistas políticos respecto a lo que sería su administración, se hablaba de la posibilidad que al asumir el poder habría un discurso más político y acciones que fortalecieran la economía de los Estados Unidos.
Sin embargo, ha enviado de ya, la orden de sacar a estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económico, donde además de once países esta México, esta acción unida a la revisión del NAFTA y desaparecer de la pagina web oficial del vecino país toda información en español, deja claro cuáles serán sus acciones y como será su gobierno, esto mientras el sábado pasado marchaban en Washington más de dos cientos de miles de mujeres marchando en su contra.
Si me permite estimado lector, pongo en contexto estas acciones, porque me hace recordar el libro de Robert Greene y que seguramente muchos de los lectores han tenido la oportunidad de tenerlo en sus manos, me refiero a las 48 Leyes del Poder, pues bien, hay varias que son para reflexión pero esta, la 45 dice:
“Predica la necesidad del cambio, pero nunca reformes demasiado, en seguida”
El criterio con que acompaña esta ley dice: Todos entendemos la necesidad del cambio en lo abstracto, pero en el plano del día a día somos criaturas de hábitos. Demasiada innovación resulta traumática, y conducirá a una revuelta.
Es precisamente lo que se le pide a los gobernantes, secretarios, directores o gerentes de cualquier municipio, estado o empresa, que todos los cambios sean en sí, paulatinos y pensados, porque parece de pronto ocurrencias. Alguna de las frases que me compartió un buen amigo decía, lo que funciona no le muevas, solo cambia lo que este mal, porque si no te enfrentaras a un desorden que te llevara más tiempo solucionar y te envolverá en una dinámica de conflicto que no te bastara el tiempo para resolver durante tu gestión, al contrario dejaras un desorden peor que al que te enfrentaste al inicio. En lo personal acate su consejo.
Desafortunadamente, la brecha entre lo deseable y lo alcanzables en muy corta pero a su tiempo deja una gran distancia, en estos escenarios, son importantes varias cosas; tener un plan de cambio plenamente justificado, encontrar quien se encarga del plan, tener quien atiende las contingencias en caso de surgir discrepancias, quien avala los resultados, quien supervisa que los alcances se vayan dando en tiempo y forma, por último, que todas las decisiones tomadas en la cúpula o por el líder de proyecto no desgaste la figura del jefe ni su liderazgo, de lo contrario, perderá el respeto y admiración de sus seguidores y subalternos o gobernados al percibirlo inexperto y débil en el mejor escenario.
De esta manera, las decisiones deben tomarse si, desde arriba y ejecutarse desde abajo, recuerdo a un gobernante que estando en un café le dice al Secretario de Desarrollo Social -como esta todo- y contesta: todo está bien no hay problemas, se levanta y le dice NO, entonces está mal, debe de haber problemas para solucionar anticipadamente y le ordena: vas con los líderes de frijol y les dices que ocupan, después me los traen en una marcha y atrás del palacio de gobierno me pones todo lo que te pidieron.
Así lo hizo, llegaron y en la plaza pública le gritaban que necesitaban semilla, tractores y agua, sale el gobernante y después de atender a una comisión les hace entrega pública de semilla, tractores y agua en ese momento. Lógico, cuando llegaron le mentaban la madre, al final le aplaudían y porras a favor, era un gran gobernante.
Si no le sabes, no le muevas, no vaya siendo que el cable rojo lo conectas con el negro y no solo no prende, sino que, se quema todo, todo. Hay casos, créame que hay casos
Así las cosas, nos leemos en la próxima, saludos.