Sin empatía no hay talento: 13 niños zacatecanos rumbo a Singapur… Pero con bote en mano

Maestras, familia y alumnos piden dinero en el Centro Histórico de Zacatecas para que Elisa Gutiérrez, viaje a la competencia de matemáticas en Singapur

Por Renata Ávila

“Los pueblos que no cultivan su inteligencia, están condenados a obedecer la de otros.”

— José Martí

Zacatecas está a punto de escribir una historia que debería llenarnos de orgullo colectivo: 13 niñas y niños originarios del estado fueron seleccionados para representar a México en el Singapore International Math Olympiad Challenge (SIMOC) 2025, una de las competencias más exigentes del continente asiático, donde participan estudiantes de más de 20 países.

Su logro es fruto de disciplina, constancia y excelencia académica. Pero mientras se preparan para competir con lo mejor del mundo, sus familias están boteando en las calles del Centro Histórico para financiar su viaje. Rifas, colectas, venta de comida. Porque aquí, en Zacatecas, el mérito se premia con indiferencia presupuestal.

¿Qué tan caro es el talento?

El costo aproximado por estudiante rebasa los 75 mil pesos, incluyendo vuelos, inscripción, hospedaje y alimentación. Aunque el Gobierno del Estado, a través del COZCyT y la SEZ, anunció un apoyo de 20 mil pesos por participante, aún queda un déficit de más de 55 mil pesos por cada familia.

Mientras tanto, el presupuesto estatal para 2025 supera los 40 mil millones de pesos, pero apenas el 0.11 % se destina a ciencia, tecnología e innovación. En contraste, se asignan millones a eventos, obras y gastos administrativos que poco tienen que ver con la transformación educativa.

“No puede ser posible que el gobierno del estado, que tenía un presupuesto de 3 400 millones de pesos para un segundo piso, no pueda apoyar a una niña que va a representar a México”, dijo una madre en entrevista para NTR Zacatecas. Y tiene razón.

El mérito de estos 13 estudiantes se vuelve aún más notable si lo contrastamos con las cifras reales:

● Aunque más del 98% de la niñez está escolarizada a los 12 años, solo 66.8% concluye la primaria.

● Apenas 45% termina la secundaria, 23% accede al bachillerato, y menos del 12% culmina estudios universitarios (SEP e INEGI).

● A nivel nacional, en 2023, más del 70% de los estudiantes mexicanos que asistieron a olimpiadas internacionales en áreas como matemáticas, física o química, lo hicieron con recursos propios o donaciones.

En un sistema tan desigual, que una niña o niño zacatecano logre llegar a este nivel no es casualidad, es resistencia.

Desde mi posición como legisladora, atendí puntualmente la solicitud de apoyo de algunas de las familias y me sumé al esfuerzo colectivo para que su participación no dependa exclusivamente del esfuerzo económico de sus padres. Pero esto no puede quedar en manos de gestos individuales: es una responsabilidad pública y compartida.

Una madre lo dijo con sencillez y verdad: “Si ellos están haciendo su parte, ¿por qué el gobierno no?”

El artículo 3º de la Constitución mexicana establece que todas las personas tienen derecho a una educación integral, de excelencia y con equidad. Eso incluye no solo el acceso al aula, sino también la posibilidad de desarrollar plenamente sus talentos.

Lo que falta y urge:

1. Complementar el apoyo económico faltante, mediante recursos federales, estatales, municipales y del sector privado.

2. Crear un Fondo Estatal de Apoyo al Talento Educativo, con reglas claras, seguimiento y transparencia.

3. Establecer programas permanentes de detección, formación y acompañamiento para estudiantes con altas capacidades.

4. Incentivar el mecenazgo educativo, con participación empresarial y social.

5. Asignar recursos legislativos etiquetados, sin dejar en la improvisación lo que debe ser política de Estado.

Hago un llamado directo a la Secretaría de Educación Pública, al Gobierno del Estado de Zacatecas, al Congreso local, a las autoridades municipales y a la iniciativa privada: el talento no puede depender del boteo. La educación no puede seguir siendo una causa que conmueve, pero no moviliza.

José Vasconcelos decía que “educar es sembrar en el alma del pueblo”.

Pero sembrar sin tierra fértil, sin agua ni cuidado institucional, es apenas un simulacro.

Estos 13 niños y niñas están listos para representar a Zacatecas y a México con dignidad, inteligencia y esfuerzo. La pregunta es si sus instituciones están listas para estar a su altura. Porque cada vez que un niño con talento queda fuera por falta de apoyo, no solo pierde una competencia: perdemos todos la posibilidad de otro país.

Y como advirtió Martí, “triste el pueblo donde los niños tienen que mendigar lo que ganaron con su inteligencia.” Ojalá Zacatecas no sea ese pueblo.

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