Luego de la sacudida a mercados durante los últimos diez días, por el anuncio de aranceles al resto de mundo, cancelado despúes, la ofensiva se había centrado en Pekin. Sin embargo, hay señales de que Washington empieza a ceder. Con problemas internos más importantes en qué centrarse, como el aumento del costo de financiación de la deuda estadounidense, este fin de semana, el gobierno decidió, quitar gravamen a infinidad de productos tecnológicos chinos.
Al ser cuestionado por la decisión de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) de excluir teléfonos, computadoras, pantallas y todo tipo de componentes tecnológicos chinos de las listas de bienes a los que se les aplicarían aranceles del 145 %, así como por la posibilidad de que su Gobierno anuncie impuestos para los semiconductores que entren a Estados Unidos, Trump se limitó a decir que el lunes dará más información.
«Les daré la respuesta el lunes. Seremos muy específicos”, respondió el republicano a bordo del Air Force One, el avión presidencial estadounidense, rumbo a Miami, a donde se dirigió para acudir a una pelea de artes marciales mixtas.