«La política no tiene relación con la moral»
Maquiavelo
No llegaron
Tercera llamada
Lo que usted diga mi General
¿Y los que a veces simulan ser opositores ?
De salida
David, constató la sequía ¿y?
No llegaron .- Los mariachis, callaron… Ay perdón, es que es viernes. Los que callaron fueron los diputados y diputadas de todos los grupos parlamentarios que cumplieron el designio de vaciar la sala de plenos. El arreglo fue notorio para que no se reuniera el quórum en la comparecencia de Arturo Medina Mayoral, en el marco de la glosa del segundo informe de David Monreal. Al parecer nadie debía tocar ni con el pétalo de un cuestionamiento serio, al Secretario de Seguridad. Por eso, en lugar de enfrentarlo al escrutinio y contrastar sus cifras alegres con los otros datos en el “tema de temas”, 16 diputados dejaron solas sus curules para cumplirle ¿al funcionario estatal o a alguien más? Esa es la pregunta
Tercera llamada.- Al tercer pase de lista y una hora después de la citada, solo llegaron 14 de los 30 diputados y diputadas ¿Se escondió detrás un acuerdo mañoso para dejar plantado al titular de Seguridad? A todas luces. En el pleno sólo se presentaron Xerardo Ramírez, Karla Valdés, Guadalupe Correa, Priscila Benítez, Gabriela Basurto, María del Mar Ávila, Zulema Santacruz, Maribel Galván. Además de los integrantes de la mesa directiva G. Fernanda Miranda, María del Refugio Ávalos y Armado Delgadillo. También llegaron, aunque tarde y sin ganas, después del pase de lista, Jehú Salas Dávila, Armando González Juárez y al final, ya cuando la presidenta de la Mesa directiva daba -con sospechosa premura- los santos óleos a la comparecencia, que no fue, Ernesto González Romo, fue tomado en cuenta. Dijo que tenía apagado el micrófono. Aunque después hasta citó a conferencia para aplicar la de Poncio Pilatos y lavarse las manos. En total, después un verdulero jaloneo, con 14 diputados en el pleno, la sesión se dio por concluida y la rendición de cuentas como cumplida.
Lo que usted diga mi General.- Al secretario ya lo esperaban en la Sala de Comisiones Miguel Gordon y Barrios, Nieves Medellín, Susana Barragán, Violeta Cerrilo, Imelda Mauricio, Gabriela Pinedo y Martha Elena González algunos Morenistas y aliados que vaciaron el recinto principal del Congreso, para luego cuestionar a modo. Hasta ahí llegaron Armando Delgadillo, Xerardo Ramírez, Maribel Galván y Fernanda Miranda, que se unieron a la fiesta de la complacencia. Los aliados de la Nueva gobernanza, prepararon un montaje de halagos y alabanzas, que seguramente conmovieron al General. En una muestra de grosera lisonjería, poco les faltó para mencionar lo bonitos que tiene los ojos mi General. Aplausos a priori a la versión oficial de que en seguridad todo va viento en popa, mi General, que Zacatecas es un remanso de paz desde que el más inteligente de los Monreal tuvo a bien, elegirlo para rescatarnos de los omisos del pasado. Qué cosas.
¿Y los que a veces simulan ser opositores?.-Nunca llegaron. Esos que evidentemente se prostituyen a cambio del dinero público, o cualquier prebenda; que emiten posturas frontales y aguerridas a conveniencia, hacen vacíos o callan cuando les llenan los bolsillos, no se dignaron en llegar. Ni siquiera Enrique Laviada Cirerol, quien se ganó el mote de Saltimbanqui de la política por la facilidad con la que brinca de un partido a otro, también actuó como comparsa de la 4T. Muchos se preguntaron ¿Y Juan Mendoza? Habría que preguntarse mejor, ¿cuándo llaman a su suplente? Porque el perredista, acude cada venida de Obispo. Lo mismo aplica para la petista Ana Luisa del Muro, que cínicamente, se da el lujo de ya promoverse para la reelección. ¿Y José Luis Figueroa “El Cepillo”? Él anda en campaña, dizque respaldando de lejitos -digo de lejitos porque el miércoles afirmó que él no enfrentaría al Tlatoani de la secta guinda- a los hombres y mujeres del campo azotados por la sequía. A los que me faltaron ni los menciono, son tan grises que ni falta hace.
De salida
David constató la sequía ¿y?.- Tuvieron que armarse de valor un grupo de campesinos y con sus escasos recursos partir a la Ciudad de México a tocar las puertas de Palacio Nacional, para mover a David Monreal. Digo mover como un cliché, porque el que de Gobernador sólo tiene el apodo, se trepó al helicóptero, solo para confirmar lo que sabía de antemano desde hace más de un mes: que la sequía está muy cabrona. ¿Será que ya le llegó el regaño desde la federación, por no atender un problema que ya causa serios daños al campo zacatecano? Y es que, el miércoles Fernando Galván, el líder de los campesinos, desconoció que exista la declaratoria de zona de desastre para Zacatecas. Dijo que para una petición de ese tamaño, no basta la firma de Jesús Padilla, sino que es necesaria la firma del mandatario. No obstante, el que lleva ese título de puro adorno, no asume. Lo único que sabe hacer es repartir ayudas federales, mochilas y despensas. Tenemos un repartidor y chambelán de ocasión, aspirar a un estadista, ya es avaricia.
Hasta el lunes