Zacatecas sin justicia laboral

Por Miguel Ángel Vázquez

 

Mucho se habla de los retos que tenemos en materia de seguridad pública, corrupción y combate a la pobreza. Líderes de opinión plantean sus posicionamientos queriendo influir en la agenda del gobierno. Pero nadie habla del grave problema que significa que un amplio sector de la población no acceda a la justicia laboral, quizá porque implica  incomodar a los patrones o por   complacencia, incluso por parte de los sindicatos.

La justicia laboral es una deuda histórica que se tiene con el pueblo, con muchos sectores. Ocurre  en las grandes empresas, en consorcios de la comunicación, etre burócratas, en fin, con gente de carne y hueso que es víctima de hostigamiento laboral, retención salarial, etcétera. Un número considerable de personas hemos sido víctimas de injusticias laborales y a pesar que nuestro país tiene una legislación que pretende garantizar la justicia, son muy profundas las desventajas de los trabajadores.

La burocracia administrativa y la lentitud en las resoluciones judiciales son el pan de cada día. Míticos asuntos se encuentran sin resolver. En todos existen las mismas constantes; miedo del personal a unirse contra los abusos que padece,  falta de voluntad de los patrones y en muchas ocasiones, falta de presupuesto para pagar laudos.

Esta problemática es muy común. Cuando en la relación laboral domina la negativa de pago al asalariado, se arriesga el patrimonio de los trabajadores, así como el compromiso de alimentar a sus familias. Las decisiones en ese sentido, suelen tomarse de forma unilateral   y muchas de las veces el trabajador entra en la dinámica de demandar, lo que significa un proceso lento que además compromete su trayectoria profesional.

Debemos poner el dedo en el renglón para poder agilizar los juicios laborales que resultan engorrosos y que se ganan a fuerza de perseverancia del demandante.  Los ciudadanos nos merecemos la conclusión de los problemas de manera rápida, leyes justas en tiempos justos que no pongan en riesgo el patrimonio de los ciudadanos.

Zacatecas necesita empleos, pero también una justicia efectiva, que nos proteja de los patrones abusivos. Muchos años después sigue vigente el apotegma de que los zacatecanos tienen hambre y sed de justicia.

Es un gran reto para la actual administración, lidiar con vicios que tienen décadas y con problemas que merecen un análisis profundo para poder tener instituciones confiables y eficientes que permitan una respuesta ágil y una justicia expedita que dé lo que corresponde a  gobierno, patrones y trabajadores.

Hoy el Ejecutivo ante la exigencia de salarios justos por la que pelean los trabajadores de la Fiscalía, está en la condición de  sacar la cara por todos estos hombres y  mujeres que entregan su vida a la procuración de justicia.

Deben  recordar que se acerca el segundo  Informe de Gobierno y la pregunta será
¿Se colgará la medalla por haber salvado a todo un sector burocrático lastimado y olvidado? En sus manos está que el reclamo y exigencia de la seguridad no encuentre trabas por cuestiones de justicia laboral en la Fiscalía.

Urge que tanto trabajadores de ese organismo autónomo y personal, jubilados y pensionados del propio Issstezac, logren una buena negociación con la  que se les garanticen sus derechos laborales ganados.