La fantasía y el Cuarto Poder

 

Por Christian del Havre 

 

“Por medio de la propaganda la realidad se acomoda al líder, y no el líder a la realidad, esto genera entusiasmo y temor en los ciudadanos” Agustín Laje (escritor, conferencista, y politólogo argentino)

Desde finales del siglo XIX, el político británico Edmund Burke y posteriormente el periodista Thomas Macaulay, acuñaron el término cuarto poder para referirse a los medios de comunicación y su influencia en las decisiones de los gobiernos, ya que la evolución del periodismo y la información, pasó de ser aparatos políticos a negocios. Esto ha marcado su injerencia en las decisiones, a tal grado, que algunos políticos se logran identificar con medios y sus propietarios. Tal relación de los medios de información y política ha evolucionado e interconectado de tal forma, que uno sin el otro no puede subsistir.

Han pasado 100 del gobierno de Claudia Sheinbaum y hace un par de días se dio a conocer la aprobación de su mandato, las mediciones van desde el 90 al 70 % de aprobación, es decir que la población mexicana está de acuerdo al trabajo que está realizando, o también quiere decir que la narrativa que se construye desde palacio con las mañaneras y su repetición en los medios está dando resultados como lo fue con el anterior sexenio, al fin, es continuidad.

Es extraño, como algunos periodistas ahora ven los resultados nada halagadores del gobierno anterior y le llaman de forma ofensiva “aldeano”, pero están defendiendo y dándole un bono de confianza a la actual mandataria, aún y cuando ha dicho que es la continuidad o consolidación del régimen de la cuarta.

“Como anillo al dedo”, esta frase que pronunció Andrés para referirse como la pandemia lo salvó del juicio social, por su desastroso manejo de la economía y en la salud; ahora también se retoma a la llegada de Donald Trump, ya que desde su elección en noviembre pasado la presidente Sheinbaum ha construido un mensaje para la sociedad mexicana de nacionalismo patriotero contra el enemigo común. Ese invento que necesitan los autoritarismos modernos para seguir consolidándose, sino pregúntenle a los venezolanos sobre el “imperialismo yanqui”.

A 100 días, que es un tiempo muy corto, pero que sirve para analizar varios factores, el gabinete y sus perfiles, el rumbo económico, las bases del sistema legislativo, en nuestro caso el asunto de la estrategia de seguridad, el sistema de retroalimentación con el ciudadano y las relaciones con los diversos sectores sociales y, por último, el presupuesto.

Vayamos por partes, la expectativa de ser una mujer más moderada y con más criterio, se tenía porque toda la campaña se dijo que era una mujer de ciencia y conocimiento, apodándola “la científica”. Pero nada más alejado de la realidad, no solo dejo la ciencia a un lado sino que consolido el sistema autoritario, con la decisión de eliminar los órganos autónomos como el INAI, el CONEVAL y sistemas de evaluación; sino también en este corto periodo se aprobaron reformas como la Judicial y la de supremacía constitucional, destruyendo el equilibrio del poder y consolidando el presidencialismo autoritario.

El gabinete genero expectativas positivas, ya que si bien tuvo banderazos con movimientos como el de seguridad, salud y hacienda, también se vio opacado con nombramientos que exhiben la intervención de Andrés en el actual gobierno, como Rosa Ícela en gobernación, Marcelo en relaciones exteriores y Mario Delgado en educación. En los últimos días se han destapado casos de nepotismo e influyentísimo de apellidos como Tadei, López Obrador y Alcalde; lo que demuestra que no solo no terminaron con las viejas prácticas, las consolidaron.

Después de una campaña al estilo Ciudad Gótica, y con el cambio de estrategia en seguridad y la creación de una supersecretaría de seguridad pública, los homicidios dolosos no han bajado, la percepción de seguridad en carreteras y calles no ha disminuido; Sinaloa, Michoacán, Chiapas y Tabasco siguen siendo una zona de guerra y control narco; y las aduanas siguen siendo negocios para crimen organizado.

El presupuesto fue otro duro golpe a la autonomía y consolidación del país, ya que bajaron el presupuesto para salud, educación y seguridad, pero aumentó para los programas sociales, donde ya hay más beneficiarios, aceitando con ello el ejército electoral del gobierno; eso sí, también creció la deuda. Dejaremos a un lado la consolidación de una estrategia para el tan mencionado “nearshoring”, ya ni se diga la consolidación en infraestructura para hacer a nuestro país más moderno y con mejores oportunidades de negocio.

La canasta básica, sí, el mandado que va y compra cada vez que se vacía el refrigerador o la alacena en casa, ha ido aumentando, ya ajusta para menos; subió el salario mínimo pero también el costo de vida. La autonomía energética, esa que se iba a dar desde el sexenio pasado con la gasolina a 10 pesos, fue una de las muchas promesas rotas, ahora es más cara y con ello vienen los aumentos en productos y transporte.

Siguen alimentando con presupuesto de nuestros impuestos, obras y berrinches del bienestar como el AIFA, el Tren Maya y hasta Mexicana de Aviación, que no son negocio, pero que cuesta mantenerlos.

Desde la mañanera se ha dicho que nuestro país es autónomo, libre y soberano, que no permitiremos ningún intervencionismo; pero desde la elección de Trump ese discurso solo queda en perorata de la mañanera; y se ha dispuesto de todo el aparato de gobierno para simular el combate a los carteles del narco al estilo García Luna, pero ahora por García Harfursch; el combate al tráfico Chino y sus mercancías de evasión fiscal, solo en una plaza comercial de la ciudad de México, mientras siguen abiertas las fronteras a todo lo bueno y malo del país asiático.

No cabe duda que la propaganda y sobre todo las mañaneras siguen siendo el referente en comunicación del país, a tal grado que la evaluación positiva de la científica es un reflejo de este manejo de la imagen y el discurso, pero con una realidad diferente a la que vivimos diario los ciudadanos de este país.

Le pregunto a usted estimado lector, desde octubre del año pasado a la actualidad ¿Se siente más seguro? ¿Su situación económica mejoró o lo atienden mejor en el sector salud? es necesario que el ciudadano sea el que determine su futuro, no las fantasías del poder.