Massive Caller y los factores por los que Morena conservaría la gubernatura en 2027

«A toda acción corresponde una reacción de igual magnitud y sentido opuesto»

Tercera ley de Newton

 

➡️Si fuera hoy la elección, 42.7 por ciento votaría por el guinda

➡️2024, demostración de hegemonía 

➡️La oposición y su laberinto

De salida 

➡️Ni democracia ni austeridad; Nahle exhibe farsa de elección judicial

 

 Si fuera hoy la elección, 42.7 por ciento votaría por el guinda.-  Una medición elaborada el 30 de enero de este año sobre preferencias a la gubernatura, provocó debate la semana pasada.  La encuesta de Massive Caller arrojó una amplia ventaja de Morena rumbo a la elección de 2027 para el puesto en el Ejecutivo estatal. 42.7 por ciento de los participantes lo eligieron como favorito, frente al 13.8 por ciento que optó por el PAN, el 12.9 por ciento que avaló al PRI, el 7.6 a MC, el 1.9 del Verde y  el 1.6 que se decantó por PT. Por la opción “Otro”, se inclinó el 5.2 por ciento de la muestra y el número de indecisos fue de 14.3 por ciento. Llamó la atención que entre los morenistas el favorito es Saúl Monreal -aún con el pésimo desempeño de su hermano el que apodan gobernador-, con 24. 6 por ciento del total de la muestra demoscópica. Atrás de él, Ulises Mejía con 20.3 por ciento. En el PAN, la medición da una ventaja de 13.9 por ciento a Miguel Varela sobre Noemí Luna. En el PRI, el favorito es “Fito” Bonilla, que supera con 5.5 por ciento a Claudia Anaya y con 11.8 por ciento a Carlos Peña. En Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez no tiene rival porque el 63.8 por ciento de los cuestionados, dijo que es su favorito para la gubernatura. Muy abajo dejaron a Ana María Romo Fonseca con 10.3 por ciento del apoyo. 

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2024, demostración de hegemonía.-  Si bien es cierto que es muy temprano para proyecciones electoreras y hay que ver las mediciones con reserva -por aquello de que las empresas de ese giro venden percepción-, también hay que entender que su análisis no es descabellado. Y no es que quiera improvisar como pitonisa, pero, ¿Quién puede negar que el hijo político de AMLO continúa con el más alto índice de respaldo en la entidad? De antecedente, están sus resultados en la elección pasada.  Con todo y el lastre David Monreal y su nueva gobernanza que no supera el 10 por ciento de aprobación, los oficiales ganaron los escaños al Senado y las cuatro curules en la Cámara de Diputados -con el PT de aliado-.  En las elecciones locales, no les fue tan mal,  aunque el desprecio a los petistas pasó factura, conservaron la mayoría parlamentaria en el congreso, aunque perdieron el poder en los municipios de Fresnillo, Zacatecas y Jerez.  Resalta en ese sentido, que en las demarcaciones cedidas a la oposición, hubo sufragio diferenciado. 

La oposición y su laberinto.- Con ese contexto ¿qué puede cambiar en tres años que provoque que el «Movimiento» pierda su respaldo? Muy poco. De aquí a la próxima elección, el control de programas sociales, que si bien es la política pública más loable de régimen, seguirá siendo un arma clientelar.  A eso sume los acuerdos entre las cúpulas partidistas de las que no hablo al tanteo, porque los mismos militantes del partido en el poder, las han hecho públicas. Recordemos las filtraciones de 2021 sobre acuerdos entre “Alito” el cacique del PRI con Ricardo, el cacique local de los morenistas. Y ni quien niegue que dichos pactos estan vigentes. Al menos eso ha quedado claro en la LXV legislatura donde los tricolores representados por Carlos Peña, parecen enorgullecerse de ser apéndice de la nueva gobernanza. No hay optimismo en la variable de un posible escenario de sobrevivencia de la alianza con el PAN -omito al PRD de la ecuación porque sigue en pugna-.  Si la selección de candidaturas corresponde al que tuvo más votos la elección pasada, el peligro de apostar a perder esta latente. Si al contrario, se fragmenta la oposición y el panismo se rebela, necesitará un candidato que realmente encienda el ánimo popular, para hacer frente al poder económico de la coalición cuatrotera. . Al tiempo. 

De salida

Ni democracia ni austeridad; Nahle exhibe farsa de  elección judicial.– Los promotores de la reforma judicial que manda a elección popular a magistrados, ministros y jueces, se han llenado la boca con que ésta lo democratizará y hará más barato. Ambas promesas, según pinta el proceso, son totalmente falsas. Esa idea viene del que sabe: Arturo Nahle García. El magistrado explicó que existe un riesgo inminente de que el país tenga, los próximos años, “jueces del Bienestar”, porque no se descarta la posibilidad de intromisión descarada del régimen en la elección. Además,  resultará más caro el caldo que las albóndigas, ya que no solo habrá que pagar un proceso electoral de miles de millones de pesos, si no también las liquidaciones de los que dejan el poder.  Para colmo, y para contrariar la promesa de democracia, debido a que en la ley no se tomó en cuenta un número mínimo de participación, si a las urnas -que serán pocas, porque el Ejecutivo no presupuestó el costo que proyecta el INE-, acude menos del 5 por ciento de la lista nominal la elección será válida. Por lo pronto, prepárese para prestarse a la farsa. Faltan cuatro meses para la elección extraordinaria en Zacatecas y todo apunta para que sea un fiasco. En fin, ¿qué podríamls esperar de una ocurrencia redactada sobre las piernas de un líder partidista ignorante, necio y cascarrabias?  Hasta el viernes.